......... HUELLAS EN LA ARENA

Y llego el turno de la música. Hace ya algún tiempo una amiga me pregunto ¿has escuchado a Damien Rice?, tras mi negativa respuesta recibí de regalo un tema llamado “Blower’s Daughter”, desde entonces en adelante, he sido un fiel admirador de la obra de Damien, me gustan prácticamente todas sus canciones, y cada vez que veo un vídeo suyo pienso en lo mucho que me gustaría verlo en vivo. Escribe textos increíbles, y su voz más que cantar, llora, se rompe; a veces ríe, otras se lamenta y otras grita, pero todas te llegan a ése sitio donde se te quedan las cosas importantes. Por otro lado, no hay que dejar de destacar la participación en el grupo de Lisa Hannigan, que aporta con una voz increíble en cada tema; hoy separada del grupo ha iniciado su carrera como solista con el álbum Sea Sow (2008).

No es lo más recomendable para escuchar si uno ha tenido un mal día; aunque podría ser el soundtrack ideal para una tarde de chill-out con alguien especial.

Hoy podría poner muchas canciones de Damien. Cuando le escucho cada canción me parece mejor que la anterior pero hay un tema que me gusta mucho y que el y Lisa grabaron con motivo de una campaña de derechos humanos para la liberación de la líder birmana Aung San Suu Kyi(premio Nobel de la Paz). La canción se titula ‘Unplayed Piano’ y se las presento para que la escuchen y la disfruten.

“Las huellas en la arena el viento y el agua las suaviza para finalmente desaparecer, pero no desaparecen totalmente, permanecen con nosotros, quedan en nuestra retina como el más vívido sueño, y cada vez que nos topamos con una huella vemos como ese viento y el agua han suavizado esos recuerdos. Recordar, la arena tibia que tocan nuestros pies en un momento, nos fortalece, nos invita a tomar aire y seguir andando para en definitiva volver a la calidez que su pisada dejó. Todas las compensaciones y frustraciones en la vida vienen de una huella, mas tenue, mas suave, pero una marca en el conducir del destino. Optar por una decisión tiene el sentido de arrastrar todas las pisadas por esa arena, que nos reencuentra con un día o cualquiera en nuestras vidas y nos hace mirar atrás y darnos cuenta cuanto hemos dejado.
Mis huellas, ahora mas suaves, por el momento especial que vivo, me hacen solo pensar en el momento que estuve a la orilla del mar, océano inmenso, y allí frente a esa magnificencia, puse mis pies y a la vuelta de los años estoy en la misma orilla, pero no solo contemplando, no de espectadora, ahora soy arena y receptora de las huellas de alguien mas.
Al término de la jornada, en esos momentos de respiro, rescataré esas huellas, como compromiso con mi compañero y amigo que tiene tanto o mas que decir que yo.”

“…..Caminante, no hay camino, se hace camino al andar, al andar se hace camino y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino, sino estelas en la mar….” Antonio Machado

Ya han pasado algunas semanas desde su creación, semanas salpicadas de inesperados reencuentros en el Face-book. De pronto y sin previo aviso me he enfrentado con innumerables recuerdos gatillados por rostros que me sonríen desde la foto de un perfil, y letras que me dicen que me recuerdan, que se alegran de verme bien, que son felices, algunos de ellos junto a sus ya grandes hijos, rostros que hace más de diez años no veía y suponía que nunca volvería a ver. Extraña y transformadora experiencia. Al fin y al cabo creo que eso es lo único rescatable de esta herramienta de comunicación.
Muy adecuadamente me tropecé con este agridulce y hermoso poema de Charles Bukowski.